Los sensores, distribuidos por los activos de estudio, recopilan y cifran los datos con una clave privada que solo el cliente sabe.
Estos datos encriptados se envían al picosatélite, quien lo recibe y envía, automáticamente a la estación de tierra.
La estación de tierra recibe los datos, seguros y encriptados, y los envía al servidor red del cliente.
El cliente, con su clave privada, puede descifrar el contenido y mostrar los datos para su posterior análisis.
Los sensores, distribuidos por los activos de estudio, recopilan y cifran los datos con una clave privada que solo el cliente sabe.
Estos datos encriptados se envían al picosatélite, quien lo recibe y envía, automáticamente a la estación de tierra.
La estación de tierra recibe los datos, seguros y encriptados, y los envía al servidor red del cliente.
El cliente, con su clave privada, puede descifrar el contenido y mostrar los datos para su posterior análisis.