Fossa logo
header bitmap

¿Qué es la agricultura inteligente? ¿Cómo ponerla en práctica en zonas sin cobertura móvil?

     |    

septiembre 4, 2023

También conocida como Agricultura 4.0, la agricultura inteligente es la aplicación de tecnologías de la información y los datos para optimizar sistemas agrícolas complejos en los que intervienen máquinas individuales y todas las operaciones agrícolas.

La agricultura inteligente incorpora tecnologías de la información y la comunicación a la maquinaria, los equipos y los sensores utilizados en los sistemas de producción agrícola. Tecnologías como IoT y la computación en la nube están impulsando aún más este desarrollo al introducir más robots e inteligencia artificial en la agricultura.

Por ejemplo, los agricultores pueden disponer de datos en tiempo real sobre el estado de sus activos gracias a la conectividad IoT, y así conocer, por ejemplo, el estado de:

  • Plantas
  • Suelo
  • Tiempo
  • Ubicación de los activos
  • Estado de los activos

Las prácticas agrícolas inteligentes permiten generar un gran volumen de datos e información. Los agricultores pueden utilizar esta información para tomar decisiones basadas en datos y adoptar las medidas más adecuadas en el mejor momento para mejorar la productividad y la rentabilidad.

¿Cómo funciona la agricultura inteligente?

El uso de herramientas agrícolas inteligentes es posible gracias a la utilización de sensores conectados a una red.

¿Qué es un sensor?

Un sensor es un dispositivo electrotécnico que se sitúa en la zona o activo que queremos parametrizar. Estos sensores:

  • Miden magnitudes físicas del entorno.
  • Convierten estas medidas en señales de datos.
  • La señal es leída e interpretada por un instrumento.

Algunas de las medidas leídas por el sensor pueden ser:

  • Temperatura
  • Humedad
  • Luz
  • Presión
  • Ruido
  • Velocidad
  • Dirección
  • Tamaño y peso

Pero, ¿cómo implantar la agricultura inteligente en zonas remotas, donde la conectividad móvil no sirve?

Conectividad IoT a través de satélites

El sector aeroespacial está experimentando un cambio en su estructura y en sus actores. En los últimos años han surgido start-ups que desarrollan nuevas tecnologías para acceder al espacio de forma más rápida y barata que hace décadas. Hoy en día, existen plataformas satelitales de tamaños muy reducidos (microsatélites, nanosatélites, picosatélites) que nos permiten tener información de esas zonas remotas, antes mencionadas, sin tener que asumir grandes inversiones.

¿Cómo? Los sensores, distribuidos por los activos del estudio, recogen, encriptan y extraen la información realmente válida de los parámetros analizados mediante algoritmos predictivos.

Estos sensores envían los datos encriptados a la plataforma satelital. Posteriormente, estos datos seguros e informativos son enviados por el picosatélite a una estación terrestre, donde son recogidos y enviados a nuestro servicio en la nube, donde se recogen y almacenan todos estos datos y, a través de un cuadro de mando online o mediante integración con API, se muestra toda la información que el agricultor necesita sobre el estado de su cultivo.

¿Por qué necesitamos una agricultura inteligente?

La agricultura «inteligente» ya no es una táctica «avanzada» para agricultores inteligentes; se está convirtiendo en una forma cada vez más necesaria de optimizar y preservar los recursos humanos y naturales.

  • La mano de obra agrícola es cada vez más escasa debido a la migración urbana y al envejecimiento de la población.
  • La intensificación del cambio climático está alterando las condiciones de cultivo de forma menos predecible.
  • Los recursos de la Tierra y la biodiversidad están disminuyendo.

Las herramientas de la agricultura inteligente pueden ayudar a reducir estos impactos, minimizar las limitaciones medioambientales y disminuir los costes de producción en las actividades agrícolas. Las herramientas de la agricultura inteligente introducen un nuevo nivel de tecnología en la agricultura, como la cartografía, la robótica, la geomática, la automatización, la toma de decisiones y los procesos estadísticos.

Por eso debemos intentar adoptar este tipo de procesos en nuestras actividades productivas, no sólo para mejorar nuestra productividad y rentabilidad, sino también por conciencia social y para preservar los recursos de nuestro planeta.